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V.C.J.S. V.C.M.I.
J.H.S.
Estamos a día 30 de septiembrede 1959. Ayer me lo pasé admirablemente, bajamos a un recado donde Daniel1 a las 7 y nos encontramos con él2.
Cómo no teníamos ningún plan propusimos irnos a confesar, cosa que cumplimos algunas de mis amigas y también él. Estuvimos mucho rato con él, desde las 7 y media hasta las 10 o sea: 2 horas y media, más media hora más que en el cine cualquier día.
Cuando ya me retiraba, me preguntó lo siguiente, después de mandar irse a mis amigas a un lado:
- Blancamelia ¿Quién te gusta?
- ¡Por favor, Peyo no me preguntes eso!
-A ver si no discutimos, a mí me gustas tú.
- Sí, fue mi respuesta. Y él añadió:
- Sí, el qué.
- Pues que tu también me gustas a mí -dije yo -.
Bueno entonces ya está todo aclarado. Podéis venir, dijo a mis amigas. Ellas vinieron enseguida y me marché, no sin antes despedirme.
Esta mañana bajé con Mariasun3 y me dijo que de lo de ayer no dijera nada a nadie. Creo que va en serio: ¡menos mal!
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J.H.S.
Las vacaciones de Navidad (del 20 al 8 de enero).
Llegamos a Torrelavega a las diez y media aproximadamente. Subí a casa corriendo y me arreglé de calle. Hoy es domingo y he hecho lo siguiente. Me levanté a las ocho y media y fui a la cama de papá y mamá según costumbre. Después fui a Misa de once y más tarde a comprarme unos zapatos. Después de comer subimos a dar un paseo en coche con Álvaro. Bajamos al cine a las cuatro y media. Saqué las entradas con mi hermano, y en el primer corte de la película “El capitán Rownson” o algo así, vi a la pandilla que estaban con Ramón4. El cine estaba lleno de conocidos: Bóis5, “Peyo”, Cesar, Monchu etc... También vi a Moñi y Ángeles. En el descanso vi a Peyo y no le hice caso, es decir, me escondí de él. Con la cara más de muerta que de viva, salí del cine, cruzándose por primera vez nuestras miradas después de dos meses a las seis menos cinco.
Fuimos a la Bolera6, y él y otros entraron detrás. Ni siquiera le miré de modo que no me pudo decir nada. Tres veces entré y salí en los Servicios y ninguna le di ocasión de hablarme. Estuve allí más de media hora y luego nos fuimos al paseo. Nos cruzamos tres veces sin decirnos nada. A las siete subimos a casa de Carmen7 donde entre cigarros y discos se nos llegó la hora del cine a las ocho. De lo primero aún me huele la boca, de lo segundo los pies se me caen.
Bajamos al cine y, en el primer “adiós” por su parte y hola por la mío, fue frente a Bolado8, ¡respiré! No sé que fuerza siento dentro de mí, que me impide hablar con él de otra manera, desde luego, cualquiera antes que esa tan bonita llamada “Amor”.
No me fastidia que no me diga nada, lo que siento es que no hable a Ignacio-Pedro, creyendo que tiene la culpa.
Por hoy se acaba la aventura después de un mareo terrible con tres cigarros. Mañana veré si le veo, aunque lo dudo. Estaré casi seguro en casa todo el día. ¡Ah! Se me olvidaba que Moschú estuvo con nosotras en el cine. A mi lado Ramón y al suyo o sea al de Paca9.
Monchu. Peyo me gusta, pero su orgullo, su mal carácter, su familia... en fin veremos como acaba la Navidad. ¡Ójala! Bien.
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Día 27-1-59
He comenzado un nuevo año que para mí parece lleno de prosperidad. No sé si al final tendré que desmentir lo que ahora he dicho. Todas las vacaciones, desde el 28 de diciembre he estado con Peyo. Tan amigos como siempre. El último día me regaló un llavero de Torrelavega y un papel en el que expresaba sus sentimientos hacia mí.
Desde que he venido, ya le he escrito dos veces y creo que lo seguiré haciendo hasta que me vaya a casa en Semana Santa, y aún faltan siete domingos.
En los estudios voy muy bien, sor María me tiene en muy buena estimación y en una palabra estoy en el colegio de maravilla. Ya no me acuerdo tanto de casa como en el año pasado por estas fechas. Si el veinte del pasado mes decía que no me gustaba Peyo, creo que ahora me gusta demasiado. Es una tontería para los 14 años que aún tengo, pero creo que... no soy la única que ha sentido sonar su “guitarra” de tan joven. Si no hubiera bajado nunca al paseo creo que me habría ahorrado bastantes complicaciones. En fin esto ya ha pasado y ahora lo más importante es estudiar para sacar muy buena nota en junio. Hoy tengo clase de francés y física, esta tarde un examen de Historia de las primeras lecciones, y ya me sé tres. El resto para más tarde. ¡Ojalá salga bien! Me voy que tocan al desayuno y viene sor Matilde.
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Día 29-1-59
Ayer fue San Tirso y como todos los años nos fuimos a la Romería de Toñanes. No sé como tengo fuerza para mover la mano, porque me dejó rendida, pero lo que si es cierto es que lo pasé de maravilla.
No me gusta extenderme mucho en las explicaciones por eso lo resumiré en unas líneas. Salimos a las tres y media aproximadamente y llegamos a las cuatro y cuarto a la romería-. Subimos a rezar el rosario como siempre a la capilla y a la bajada me encontré con Ramón, Monchu, y, Calvo, que venían en tres cacharros de bicis. Después de pasarlo muy bien se marcharon a las cinco y media porque al bobo de Monchu se le rompió la bicicleta además de ir sin luz y con un examen a las siete y media de Matemáticas.
Más tarde vinieron Cortabitarte, Rufo y José-Luís Pando que según me han dicho sale con Mariasun Ceballos10 que es una de la pandilla. Por Rosa me enteré el otro día que Ramón sale con Rosy11 y que Haya sale con ella. La única que falta por buscarse pareja es Carmen, yo creo que si sigue así, va a aburrirse mucho en vacaciones.
Ayer escribí a Peyo y le conté todo lo de la romería. Mañana sábado tengo un examen a las seis de Historia. ¡Ojalá salga bien porque si no es así la “fazco”! Como dicen las asturianas.
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Notas:
1 El farmacéutico de toda la vida, cariñoso y acogedor. Le llamábamos “Danieluco”. Se lo llamaba mamá.
2 Peyo.
3 Mariasun Ceballos.
4 Ramón Daguerre. No supe más de él. Si, he sabido que también ha muerto, con razón dice Mariasun.
-No tuvimos suerte con nuestros amigos, muchos se murieron. Les dedico la segunda parte de mis memorias. “Siempre es domingo”. 1963-1967.
5 Díez del Corral. Estudiaban todos los hermanos en Marín.
6 Arizona Bolo Club: Era una bolera americana que habían puesto mis padres y mis tíos, en la calle Argumosa. Se abría como de 7 de la tarde a 3 de la madrugada. Los chicos íbamos gratis los miércoles a las 4 de la tarde. Se podía merendar chocolate con suizos, o jugar a las cartas, o al billar, o a los bolos: Stray, si los tirabas todos de una vez..., spert... Tenía las carrileras de devolución ocultas. Los bolos los armaban chicos del reformatorio de Liencres. Les llamábamos los armadores, pero nunca hablamos con ellos.
La cajera era Amelia Cifrián, tan enamorada que se fue a París siguiendo a José- Luís Hidalgo.
Cuando faltaron unos suizos en cantidad, varios días, envenenaron una tanda, y salió de las carrileras una rata más grande que un gato grande.
Había dos camareros y una barra alta y otra baja, las mesas de cuatro estaban pegadas a las pistas. Papá y mamá jugaban muy bien. El mejor: Tiraba las bolas “con efecto”. Pesaban diez kilos las negras y siete las marrones. Las de los niños eran pequeñas y de color madera. Mamá se ponía zapatos planos para jugar. Los tíos creo que nunca lo hicieron, nuestros padres eran más jóvenes de espíritu, ellos más de vestir, cine, aperitivos...
7 Carmen Cavadas.
8 La tienda de deportes.
9 Se trata de Mariasun Díez-Cotera, que en ese año la llamaba Paca, es la de la Funeraria que ya conté. Hoy día 22-9-03, ha muerto. Tenía 59 años. Ha sufrido mucho, primero a causa de la Poliomielitis, que la destrozó la espalda. El día que murió su madre la vi con dos muletas, sentada prácticamente todo el tiempo, y con cara de mucho dolor, después un cáncer de garganta. Casi no he dormido en toda la noche encomendándola al Señor y recordándola. Deja dos hijas. Una Médico Dermatólogo, y otra Bióloga. Antiguas alumnas de la Universidad de Navarra. Me lo cuenta Julita Barragán es hija de nuestra querida Cunina, que nos cosía tantas cosas., y ahora vive en Las Arenas (Bilbao). Tuvieron que ingresar a su marido en La Clínica Universitaria. Les trató fenomenal. ¡Claro que, al ser “del pueblo”!
10 Ahora casada con Siro García Pérez. Presidente por lo Penal de la sala primera de la Audiencia Nacional. Nos llevó a esta perla de la corona.
11 Me reservo lo que decía Curra, su madre.
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