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martes, 24 de julio de 2012

Yo le pido al Niño Jesús un corazón muy grande para Blancamelia, que Le quiera mucho y Le consuele


 Dibujábamos cerezas para aprender a sumar: 1 + 1 = 2. A veces había que poner los números, otras veces dibujar las cerezas.
La Madre Mª Esperanza también nos daba columnas de periódico en francés, y teníamos que tachar una vocal por ejemplo, la A con un lápiz rosa, de la marca Faber: por fuera azul marino con rayas doradas, blando por dentro. (“Pero no se diría de algodón..., que no pesa nada”.)

Y copiábamos unos dibujos con el nombre en francés, debajo: Ponme de terre..., etc.
Cantábamos:

...♫...Frêre saque,
Frêre saque,
Dorme-vous, dorme-vous,
Sone le matine, sone le matine din, dan, don. Din, dan, don...♫...♫

Sabíamos rezar en Francés el Padrenuestro, el Ave María, el Gloria. Aún lo sé. Es, como nadar, como montar en bicicleta..., No se olvida:
-“Lo que de chico se aprende, tarde se olvida”. Me decía ayer Susana de Trueba.

Por eso os digo que hay que estudiar al día, de lo contrario:
-Pierdes.
-Pierdes comba.
La Madre tenía un banquito pequeñín, para rezar el Ángelus de rodillas, el caso es que era mi lugar preferido para sentarme. Me quedaba a la medida. Como a aquel hombre tan bajito tan bajito, que se sentó en un Euro y le colgaban las piernas. Y me dejaba.

Un día nos contó que los dientes son como un pueblecito blanco. Había que mantenerlo muy limpio: por arriba, por abajo, por delante y por detrás. Como la canción de Rosario Orbegozo.

La Madre Mª Esperanza se fue. Y lo sentí. El verano anterior me había escrito y me decía entre otras cosas:
- (...) “sobre todo, recuérdame cuando reces. Yo le pido al Niño Jesús un corazón muy grande para Blancamelia, que Le quiera mucho y Le consuele”.
Lo segundo me lo concedió por ella. ¡Estoy segura!
El cariño al Niño Jesús se concretó en el de Praga1 .
También me contestó la Reverenda Madre General, desde París.
Madre Zénaïde, le 20 Janvier 1951.

A los ocho años nos hacían “Pajes” del Niño Jesús de Praga. Nos imponían una cinta rosa con su medalla y unos cordones del mismo color en la cintura, que acababan en sendos pompones. La escultura del Niño todas la teníamos en la habitación sobre una peanita. Bueno, yo la tenía. Estaba vestido con una capa rosa, de pié, y con una corona alta –como una Tiara-.

En el mundo mundial...
En 1951 la Iglesia declaró el dogma de la Asunción de la Virgen. Y allí está. En cuerpo y alma.
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Notas
1La historia de este Niño es Cordobesa. Fue a parar a Praga, por el matrimonio de un polaco con una señora de Córdoba, y se lo llevó porque le tenía mucha devoción. Estuvo encerrado en una gruta de su castillo por las persecuciones, hizo varios milagros y ella lo entregó a las autoridades, que lo pusieron cómo Patrón de Praga.Testimonio de Beatriz Giráldez de Utrera.

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